Después de que el pasado viernes 50 vagones de un tren de mercancías de Norfolk Southern descarrilaran y se incendiaran con productos químicos, el domingo se decretó la evacuación obligatoria de los residentes en un radio de una milla de East Palestine, un pueblo de casi 5.000 habitantes. Sin embargo, aún no está claro cuándo podrán regresar a sus hogares.
El operador ferroviario Norfolk Southern y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte declararon que el tren transportaba 10 vagones de materiales peligrosos. Lo más preocupante fueron los cinco vagones descarrilados que contenían cloruro de vinilo. Esta sustancia es un producto químico artificial que se utiliza para fabricar PVC y arde fácilmente a temperatura ambiente. Puede provocar mareos, somnolencia y dolores de cabeza, y se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer de hígado, cerebro, pulmón y sangre. Los residentes cercanos al lugar del accidente han sido evacuados previamente debido a los riesgos para la salud derivados de los humos.
Sin embargo, según Norfolk Southern, los vagones que contenían cloruro de vinilo ya no están ardiendo. El domingo por la noche, los restos ardiendo amenazaron con una explosión catastrófica capaz de arrojar humos tóxicos y disparar metralla hasta una milla de distancia. El incendio se calmó el lunes tras la liberación controlada de un producto químico inestable y tóxico en el lugar del descarrilamiento del tren. Utilizando cargas, se hicieron pequeños agujeros en cada vagón, permitiendo que el cloruro de vinilo se derramara en una zanja revestida de bengalas.
La causa del descarrilamiento sigue siendo investigada por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, pero los indicios apuntan a un fallo mecánico. Poco antes del descarrilamiento, la tripulación recibió una alarma del detector de defectos de la vía y posteriormente se aplicó el frenado de emergencia.
