El decreto pretende garantizar el funcionamiento de centrales eléctricas, refinerías y redes de transporte de energía, que necesitan más carbón al haber disminuido las exportaciones de gas por gasoductos rusos debido a la guerra en Ucrania.
"Para garantizar la seguridad del suministro, también debemos cambiar las rutas de abastecimiento", declaró en un comunicado el Ministro Federal de Economía y Acción por el Clima, Robert Habeck: "Esto requiere una logística muy exigente y por eso debemos dar prioridad al transporte de energía por ferrocarril".
Hace un mes, el Gobierno alemán respondió a la actual crisis energética volviendo a poner en marcha centrales eléctricas de carbón. Sin embargo, ya entonces se vio que esto podría provocar un colapso del tráfico ferroviario de mercancías(lea más aquí).
La ley actual estará en vigor durante seis meses. Su principal objetivo es evitar problemas a la economía alemana en el próximo invierno, cuando los hogares se calienten con gas y se dispare la demanda de energía.
"DB Netz ya está introduciendo cambios para garantizar la prioridad de los trenes que transportan productos derivados del petróleo y carbón para los productores de energía en los corredores congestionados", declaró el Ministro de Transportes, Volker Wissing, quien añadió que "no ha sido una decisión fácil hacer que los trenes de pasajeros se queden parados si es necesario". También señaló que no se podía estimar el alcance de la restricción porque dependería de las necesidades reales de energía y de la planificación de las rutas ferroviarias.
Sin embargo, esta medida no es la única en Alemania. Por ejemplo, Deutsche Bahn, en un esfuerzo por ahorrar energía, apagó la iluminación nocturna de su sede(más información aquí). Igual que otras empresas y ciudades que apagan los focos de los monumentos públicos y las fuentes. Incluso han introducido duchas de agua fría en las piscinas y polideportivos municipales, mientras todo el país intenta reducir el consumo de energía ante la inminente crisis del gas.