České dráhy (ČD), el operador nacional checo de ferrocarriles, ha lanzado un diálogo competitivo para una nueva sede de sus operaciones en Praga. El objetivo del proceso es encontrar la solución más eficiente para alojar a los casi 1.400 empleados que actualmente están repartidos por varios lugares de la ciudad. Esta iniciativa refleja el compromiso de la empresa de modernizar sus instalaciones y centralizar sus operaciones para mejorar la eficiencia organizativa.
Michal Krapinec, Presidente y Consejero Delegado, insistió en la necesidad de unas instalaciones modernas. "Queremos modernizar toda nuestra empresa y es esencial que nos traslademos a un espacio que cumpla los estándares actuales", declaró. Señaló las limitaciones de la sede actual en el edificio histórico a orillas del río Moldava, que no es respetuoso con el medio ambiente ni fácilmente adaptable debido a las leyes de protección del patrimonio.
La nueva sede no sólo proporcionará un espacio de trabajo moderno, sino que también contribuirá a un importante ahorro de costes al eliminar los múltiples contratos de alquiler. "La moderna sede nos ayudará a atraer a empleados jóvenes y a crear un entorno de trabajo del siglo XXI, lo que podría ahorrarnos millones de euros al año solo en costes de funcionamiento", añadió Krapinec.
El proceso de selección tendrá en cuenta los complejos administrativos existentes y las propuestas de nuevos edificios en terrenos propiedad de České dráhy u otras entidades. Por su importancia estratégica, se han identificado tres posibles emplazamientos cerca de los principales nudos ferroviarios: la Estación Central de Praga, Libeň y Holešovice.
El nuevo edificio tendrá una superficie bruta aproximada de 18.100 metros cuadrados, de los cuales 13.164 metros cuadrados serán oficinas. También contará con instalaciones respetuosas con el medio ambiente, incluidas zonas para la gestión del agua de lluvia y paneles solares, en consonancia con los objetivos de sostenibilidad de la empresa.
