A finales de la semana pasada, la Primera Ministra francesa, Elisabeth Borne, mencionó en la presentación de un informe del Consejo de Orientación de Infraestructuras (COI) la ambición del Gobierno de destinar 100.000 millones de euros a inversiones ferroviarias de aquí a 2040.
Borne declaró que el gobierno francés debatirá los planes con las autoridades locales y que las autoridades regionales deberían recibir sus condiciones de negociación en marzo. En las próximas semanas se creará un comité interministerial para supervisar el plan. El objetivo del Gobierno francés es disponer de un plan detallado de inversión en infraestructuras de transporte para junio, previa consulta con las regiones y los socios interesados.
El escenario prevé un aumento significativo de la financiación estatal entre 2023 y 2042. La ley propuesta ascendería a 84.300 millones de euros para el periodo 2023-2027. La inversión también será cofinanciada por la SNCF, la Unión Europea y las autoridades locales. El plan prevé un mejor mantenimiento de la red ferroviaria existente, así como la apertura de nuevas líneas, incluido el desarrollo de redes ferroviarias de cercanías en las ciudades, siguiendo el modelo del sistema RER de París. Según Borne, la falta de acceso al transporte puede hacer que la gente tenga que rechazar ofertas de trabajo, dejar de estudiar o dejar de ver a sus seres queridos. Entre las prioridades de Borne figuran el restablecimiento de la red de trenes nocturnos y el desarrollo del transporte ferroviario de mercancías.