La semana pasada, la Comisión Europea aprobó un paquete de 180 millones de euros para apoyar a los operadores ferroviarios checos que utilizan tracción eléctrica. En concreto, la medida contribuirá a mejorar el comportamiento medioambiental del transporte ferroviario, en consonancia con los objetivos de la estrategia de la Comisión para una movilidad sostenible e inteligente y el Pacto Verde Europeo. Al mismo tiempo, proporciona un apoyo crucial en el contexto del aumento de los precios de la electricidad que ha afectado a la industria ferroviaria.
El programa de ayudas estará en vigor hasta finales de 2026 y cubrirá el transporte ferroviario de pasajeros y mercancías, así como el transporte público (es decir, los sistemas de tranvía, trolebús y teleférico) que utilicen tracción eléctrica en sus vehículos. Como resultado, la medida pretende apoyar un desplazamiento del transporte de mercancías y pasajeros de la carretera al ferrocarril.
"Este plan de 180 millones de euros permitirá a Chequia apoyar la tracción eléctrica, que es un modo de transporte ferroviario y urbano más respetuoso con el medio ambiente que los vehículos diésel. Ayudará a Chequia a cumplir los objetivos europeos del Pacto Verde, reduciendo al mismo tiempo la carga que supone el aumento de los costes de la electricidad para los operadores de transporte, los pasajeros y los clientes del transporte de mercancías", ha declarado Margrethe Vestager, Vicepresidenta Ejecutiva responsable de la Política de Competencia.
El sistema de apoyo funcionará con arreglo al régimen de exención de los operadores de transporte de la tasa por fuentes de energía renovables, que se incluye en las facturas de electricidad de los consumidores y financia la producción de energía renovable en la República Checa. Por tanto, los operadores ferroviarios podrán utilizar electricidad verde para sus servicios de tracción, pero no pagarán una tasa adicional por ello, como ha sido la práctica actual.
