En los próximos años, una parte significativa de la infraestructura ferroviaria de Baviera se someterá a un amplio esfuerzo de modernización, según ha anunciado la empresa alemana de infraestructuras ferroviarias DB InfraGO. A partir de 2026, esta iniciativa abarcará varios corredores ferroviarios clave, con el objetivo de actualizar y reparar aproximadamente 700 kilómetros de vías, junto con infraestructuras asociadas como líneas aéreas, sistemas de señalización y estaciones, como señala Sueddeutsche Zeitung. Se espera que este amplio proyecto interrumpa los servicios tanto de pasajeros como de mercancías, obligando a dar largos rodeos que podrían desplazar el transporte de mercancías a las carreteras, un cambio que algunos temen que sea permanente.
El sector ferroviario de mercancías ha expresado su preocupación, haciendo hincapié en la necesidad de que la planificación de los proyectos perturbe lo menos posible. Entre las sugerencias figuran el desarrollo de rutas alternativas bien preparadas, la compensación económica por los desvíos más largos y la garantía de una comunicación oportuna entre la administración de infraestructuras y las empresas ferroviarias. Se espera que estas medidas mitiguen el impacto en las empresas de transporte de mercancías por ferrocarril, que son fundamentales para el transporte de mercancías en toda la región y fuera de ella.
Especialmente polémico es el proyecto de cierre y mejora del tramo ferroviario entre Obertraubling y Passau. Este corredor desempeña un papel crucial en la conexión de los puertos del Mar del Norte con el sur y el este de Europa, lo que lo convierte en un enlace vital tanto para los trenes de mercancías como para los de pasajeros internacionales. Sin embargo, las limitaciones de velocidad y capacidad de la infraestructura existente han hecho que se reclame su mejora para satisfacer las demandas futuras.
Aunque se reconoce la necesidad de estas renovaciones, existe un debate sobre el planteamiento, especialmente sobre la posibilidad de que se produzcan grandes cierres. Se están estudiando rutas alternativas a través de países vecinos, pero no están exentas de dificultades, como distancias más largas y posibles atascos en las vías alternativas.
DB InfraGO propone 200 desvíos por Gműnd, Pilsen y Cheb en Chequia y la conexión no electrificada con Nurnberg. Otro desvío es de 320 km por Viena y Bratislava, la checa Brno y Lichkov a la polaca Wroclaw y Horka a Alemania.
La asociación ferroviaria de mercancías Die Güterbahnen propuso dos alternativas diferentes. Una se desvía en la austriaca Wels, pasando por Salzburgo y Múnich, hasta Nurnberg (165 km), y la otra utiliza el corredor checo desde la checa Brno hasta Bad Schandau, de vuelta a Alemania vía Dresde.
Este impulso modernizador se produce en un contexto de disminución de la puntualidad en los servicios ferroviarios de Baviera, atribuida en parte al envejecimiento de la infraestructura ferroviaria. Con estas renovaciones, DB pretende responder tanto a la necesidad inmediata de mejorar las infraestructuras como a la sostenibilidad a largo plazo del transporte ferroviario en la región. Sin embargo, el equilibrio entre el mantenimiento del servicio durante las obras y los retos logísticos que plantean sigue siendo un desafío complejo para todas las partes implicadas.
