El reconocimiento de que el informe de EIA cumple los requisitos permitirá la construcción de la ruta ferroviaria principal entre el tramo Ülemiste-Kangru. El tramo de la ruta que va de la terminal de Ülemiste al municipio de Kangru tiene 15,8 kilómetros de longitud, y el corredor ferroviario discurre en él principalmente entre zonas empresariales y de producción, y entre prometedoras zonas edificadas compactas. Todos los efectos ambientales potencialmente significativos se han evitado, mitigado hasta un nivel insignificante o compensado. En la zona de influencia del ferrocarril no hay grandes zonas forestales, agrícolas ni lugares Natura 2000.
"En cuanto a las diversas medidas, por ejemplo, para reducir el ruido ferroviario se construirán en el tramo, a lo largo de casi tres kilómetros, diversas soluciones de barrera acústica: muros antirruido de madera o metálicos y terraplenes de tierra. Para garantizar la circulación de la fauna, está previsto un ecoducto en el tramo, así como un paso subterráneo apto para la caza mayor, dieciséis alcantarillas y túneles para los animales pequeños. Además, se construirán franjas verdes en el borde de tres viaductos que cruzan la vía férrea", explicó la responsable de medio ambiente de Rail Baltic Estonia, Rolanda Müür, cómo se resolverán los aspectos medioambientales durante la construcción del trazado.
Durante la construcción del ferrocarril y durante su uso futuro, se supervisará cómo se aplican las distintas medidas medioambientales. Según el Informe de Evaluación de Impacto Ambiental, Rail Baltica debe prestar especial atención a la protección de las poblaciones de aves y garantizar que el bosque a lo largo del trazado se talará fuera de la época de cría de las aves. Además, debe garantizarse el nivel y la calidad del agua de los pozos durante las actividades de construcción, y los materiales de construcción deben transportarse y almacenarse de forma que se reduzca al mínimo la propagación de polvo.
