El primer tren de pasajeros partió de Kunming, capital de la provincia china de Yunnan, a las 8 de la mañana (hora de Pekín), en dirección a Vientiane, capital de Laos. Poco después, a las 9 de la mañana (hora de Pekín), salía un tren en sentido contrario, de Vientiane a Kunming. Se ofrece una conexión diaria en ambas direcciones. El tren atraviesa montañas y valles a una velocidad máxima de 160 km por hora. La ruta consta de ocho estaciones, a lo largo de más de 1.000 km, con una duración total del viaje de diez horas y media, trámites aduaneros incluidos.
El proyecto del ferrocarril China-Laos comenzó a funcionar en diciembre de 2021, apoyando la visión de Laos de pasar de ser un país sin salida al mar a un centro de conexiones terrestres. Los servicios de trenes de pasajeros se pusieron en marcha inicialmente en el tramo entre Kunming y la ciudad fronteriza china de Mohan y en el tramo que conecta Vientiane y Boten, la ciudad fronteriza del lado laosiano.
Hasta mediados de abril de 2023, el ferrocarril China-Laos ha gestionado casi 14 millones de viajes nacionales de pasajeros y transportado más de 18 millones de toneladas de carga. Los 540 empleados de China Railway Kunming Group se unieron a los 700 trabajadores ferroviarios de Laos en la sección laosiana de este ferrocarril.
El ferrocarril se ha convertido en un motor esencial para promover la industria turística de Laos, que es fundamental para fortalecer su economía. Las autoridades turísticas laosianas esperan recibir a unos 368.000 viajeros chinos en el país en 2023, lo que representa un aumento del 21% respecto al año anterior.