SCI Verkehr ha publicado un nuevo estudio sobre las tendencias actuales de los vehículos ferroviarios ligeros. Según este estudio, la demanda de vehículos ferroviarios ligeros y tranvías (LRV) ha evolucionado de forma muy dinámica en los últimos diez años. A pesar de los ajustados presupuestos municipales, la voluntad política de invertir en una movilidad respetuosa con el medio ambiente sigue siendo fuerte, especialmente en las ciudades europeas.
"El volumen del mercado mundial de vehículos nuevos se sitúa actualmente en torno a los 2.800 millones de euros anuales, con un crecimiento anual previsto de alrededor del 4% hasta 2026. Sin embargo, medido en unidades vendidas, el mercado solo crecerá un 0,4% anual entre 2021 y 2026", informa el estudio.
Sin duda, el mercado de vehículos comerciales ligeros se ve afectado por la actual situación macroeconómica, en la que influyen las consecuencias de la pandemia del Covid-19 y la invasión rusa de Ucrania. Muchas economías se encuentran ya en recesión como consecuencia de la inflación y la crisis energética. Por lo tanto, SCI Verkehr espera que se pospongan los nuevos proyectos y los proyectos de ampliación de infraestructuras de metro ligero.
Se espera que en las ciudades con presupuestos familiares limitados, la gente invierta a menudo en mejorar los vehículos viejos en lugar de comprar otros nuevos. Esto es especialmente cierto en algunos países de Europa del Este y la antigua CEI.
El mercado mundial de los vehículos industriales ligeros está dominado por Alstom/Bombardier(su cuota de mercado mundial combinada ronda el 25 %), aunque sus cuotas de mercado en mercados clave como Alemania están disminuyendo. Por otra parte, algunos fabricantes, en particular CAF, Škoda y Stadler, han conseguido grandes pedidos en importantes mercados europeos como Alemania, los países del Benelux y los países nórdicos. Los fabricantes de Europa Occidental dominan ampliamente los mercados regionales de todo el mundo. El mercado norteamericano está dominado por Siemens, y el africano, formado sobre todo por los países francófonos del Magreb, está controlado por el fabricante francés Alstom, de forma similar al mercado australiano, que solía ser un bastión de Bombardier. La excepción es el mercado asiático, en el que opera CRRC.