El transporte ferroviario se enfrenta este año a numerosos retos: volúmenes en descenso y precios poco competitivos, especialmente en comparación con el transporte por carretera. Según los transportistas checos, cada año se desplaza del ferrocarril a la carretera alrededor de un millón de toneladas de mercancías, y señalan que los precios del transporte ferroviario son, de media, un tercio más altos que los de la carretera.
Ahora es difícil para las empresas ferroviarias conseguir nuevos contratos. Una forma es ofrecer a los clientes soluciones logísticas más complejas, como la carga trasera, o mostrar todas las ventajas posibles de la logística ferroviaria, es decir, que aunque los clientes paguen más por la ruta básica, pueden ahorrar dinero en procesos internos gracias a la carga flexible o el almacenamiento de mercancías en vagones.
En este contexto, los operadores ferroviarios podrían verse favorecidos por la subida prevista del precio de los derechos de emisión, que podría aumentar el precio del transporte por carretera en el futuro.
Sin embargo, aunque se pudieran aumentar los volúmenes de transporte de mercancías por ferrocarril, sigue existiendo el problema de la escasez de personal. Por ejemplo, sigue habiendo muy pocos conductores de locomotoras en el mercado y se tardan varios años en formar a gente nueva.
Otra posibilidad es que el Estado intervenga para garantizar que algunas mercancías perjudiciales para el medio ambiente (como los residuos en Austria) sólo puedan transportarse largas distancias por ferrocarril(más información).
En general, hay satisfacción con el funcionamiento de la infraestructura ferroviaria checa; por ejemplo, la asignación ad hoc de capacidades ferroviarias funciona bien y mejor que, por ejemplo, en Alemania o Austria. Los transportistas eslovacos también se han quejado del mal estado de la infraestructura ferroviaria y del transporte de mercancías.
Al final, el Ministerio de Transportes, Infraestructuras Ferroviarias y todos los transportistas coincidieron en que era necesario señalar las condiciones específicas del ferrocarril checo dentro de la Unión Europea. Todos ellos juntos deben tener una voz fuerte en las decisiones tecnológicas más importantes, como las cuestiones del ETCS o el CAD. Y aunque hubo consenso entre los presentes sobre el ETCS, calificaron el DAC de proyecto insuficientemente preparado y de impacto cuestionable.