Alstom ha demostrado el mayor grado posible de automatización en una locomotora de maniobras cerca de Breda (Países Bajos). Esta demostración concluyó una serie de pruebas que forman parte de una colaboración en curso entre Alstom, el operador de infraestructuras neerlandés ProRail y el operador ferroviario de mercancías belga Lineas.
El objetivo del proyecto era demostrar cómo un sistema inteligente de detección y reconocimiento de obstáculos (ODS) puede coordinarse con el sistema de Explotación Automática de Trenes (ATO) de Alstom para permitir que el tren reaccione de forma autónoma ante diversos obstáculos. El nivel de automatización, conocido como GoA4, permite automatizar el arranque, la conducción, la parada y la gestión de obstáculos o sucesos imprevistos sin la intervención directa de ningún miembro del personal del tren durante las maniobras. La conducción autónoma en las maniobras podría generalizarse en un futuro próximo y contribuir a aumentar la capacidad y la eficiencia del transporte de mercancías. Es una forma de que los operadores maximicen la productividad de sus redes sin hacer cambios costosos en la infraestructura.
"Al integrar la detección avanzada de obstáculos en nuestros sistemas de conducción autónoma, hemos demostrado que es posible hacer que los trenes "vean" hacia delante y se enfrenten con seguridad a lo inesperado. Los resultados positivos demuestran que Alstom posee la tecnología necesaria para apoyar a los operadores con tecnologías de conducción autónoma que, en última instancia, mejorarán el rendimiento operativo en las líneas de mercancías. A través de la digitalización, aceleraremos la transición hacia sistemas de transporte más eficientes, fluidos y sostenibles", declaró Stéphane Féray-Beaumont, Vicepresidente de Innovación y Movilidad Inteligente de Alstom.
Para la demostración se utilizó una locomotora de maniobras diésel-hidráulica propiedad de Lineas y equipada con tecnología ATO de Alstom interconectada con un sistema inteligente de detección y reconocimiento de obstáculos. Durante las pruebas, la locomotora tuvo que reaccionar ante diversos obstáculos: una persona, un coche, un vagón o un cambio de agujas mal colocado. El tren reaccionó ante los obstáculos de forma totalmente autónoma y sin la intervención de personal activo a bordo. El sistema ODS fue eficaz hasta 500 metros de los obstáculos en condiciones reales.
