La protesta, en la que los sindicalistas intentan forzar mayores salarios y mejores condiciones de trabajo, paralizará el transporte no sólo en Alemania.
La nueva oferta presentada por DB el pasado viernes no disuadió a los maquinistas. En ella, el ferrocarril prometía a los maquinistas una reducción de la jornada laboral de 38 a 37 horas semanales con sueldo íntegro y un aumento salarial de hasta el 13%. Pero la GDL rechazó la oferta:
"Con su tercera oferta, supuestamente mejorada, Deutsche Bahn AG ha demostrado una vez más que se mantiene impertérrita en su línea anterior de rechazo y confrontación: no hay ningún indicio de voluntad de llegar a un acuerdo", dijo la GDL en su comunicado.
El sindicato GDL reclama una reducción de la jornada laboral de 38 a 35 horas semanales para los trabajadores a turnos, con sueldo íntegro, un aumento de 555 euros del salario mensual y un ajuste único de 3.000 euros por inflación.
DB rechaza estas demandas, alegando que aumentarían los costes de personal en un 50%. Ahora proponen un aumento salarial de hasta el 13% y una prima única de 2.850 euros, que no tributaría gracias a la medida antiinflacionista del Gobierno. Según DB, los maquinistas ganan entre 45.000 y 56.000 euros al año, incluidos complementos y primas.
Los conductores de DB del sindicato GDL han hecho huelga tres veces desde noviembre, la última en la segunda semana de enero. La última huelga duró 64 horas en el sector de pasajeros y ocho horas más en el de mercancías.
