El Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) ha publicado un informe en el que afirma que al transporte intermodal de mercancías aún le queda mucho camino por recorrer antes de poder competir con los camiones. Según el informe, los trenes y las gabarras no pueden competir en igualdad de condiciones con los camiones, y la red de infraestructuras aún no está preparada para el transporte intermodal. Según el informe, la cuota del transporte por carretera en el transporte de mercancías de la UE sigue aumentando, y alrededor del 77% de las mercancías se siguen transportando por carretera. Aunque el transporte por carretera es el más flexible y a menudo el más rápido y barato para entregar mercancías, los camiones son grandes contaminantes. Por ello, el abandono de la carretera y el mayor uso de otros modos de transporte, como el ferrocarril o las vías navegables interiores, pueden desempeñar un papel clave en la ecologización del transporte de mercancías.
El informe también destaca que algunas normativas de la UE restan atractivo al transporte intermodal. Por ejemplo, la versión actual de la Directiva de Transporte Combinado es anticuada e ineficaz, ya que exige un documento en papel sellado por las autoridades ferroviarias o portuarias durante todo el trayecto en lugar de un flujo de trabajo digitalizado. Es probable que la gestión de la capacidad y la interoperabilidad sigan siendo problemáticas a falta de nuevas medidas legislativas.
El informe del TCE concluye que la falta de información sobre las capacidades de las terminales y redes intermodales también impide a los cargadores y operadores logísticos ofrecer buenas soluciones de transporte intermodal a sus clientes. Según los auditores, la propuesta de revisión del Reglamento RTE-T podría mejorar la situación, pero la red de transporte de mercancías de la UE aún no está preparada para la intermodalidad. El informe destaca que la UE destinó más de 1.100 millones de euros a proyectos de intermodalidad entre 2014 y 2020, pero los esfuerzos por sacar el transporte de mercancías de las carreteras no han servido para eliminar las barreras normativas y de infraestructuras que penalizan a otros modos de transporte.