Los movimientos del terreno suponen una amenaza en gran medida invisible para los oleoductos y las redes ferroviarias, cuyo control es costoso y puede provocar accidentes con graves consecuencias económicas y medioambientales. LiveEO ha introducido una solución automatizada de vigilancia de la deformación del terreno por satélite que proporciona a los operadores una evaluación de riesgos directamente desde el espacio.
Supervisar grandes redes, como tuberías y ferrocarriles, es todo un reto para los operadores, sobre todo cuando la amenaza que se vigila no es directamente visible para el ojo humano. Los constantes movimientos del terreno pueden provocar tensiones en las tuberías y, en última instancia, fugas con efectos nocivos para el medio ambiente. Los métodos tradicionales de vigilancia incluyen el uso de sensores in situ y mediciones sobre el terreno, pero ambos no permiten una vigilancia continua de grandes zonas con una granularidad elevada y, si lo hacen, la solución es costosa.
A partir de parámetros como el desplazamiento total, el índice de desplazamiento y los gradientes espaciales locales, el sistema evalúa el riesgo para el activo. Si se superan los umbrales definidos, genera automáticamente órdenes de trabajo para inspecciones in situ. Toda la información está disponible a través de aplicaciones web y móviles. El software alojado en la nube incorpora datos SAR archivados desde 2014 e incorpora automáticamente imágenes recién adquiridas al análisis de series temporales, lo que permite identificar tendencias a largo plazo y patrones sutiles de movimiento.