Los ministros coincidieron en la necesidad de proseguir la electrificación de la red ferroviaria europea. También debatieron qué pueden hacer los transportistas individuales y los administradores de infraestructuras para reducir la intensidad energética y cómo mantener la escala actual del transporte. "Hemos preparado una serie de medidas concretas y prácticas para reducir el consumo de energía en los ferrocarriles que utilizan los distintos Estados miembros. Entre ellas figuran la compra de vehículos más eficientes capaces de recuperar energía, la unificación de los sistemas de suministro eléctrico, un mayor uso de fuentes locales de energía renovable, viajes más fluidos sin necesidad de paradas frecuentes y la sustitución de la iluminación de las estaciones de tren por otra de tipo ahorrador", revela más detalles el ministro Kupka.
En cuanto a la recuperación de energía, mencionó en la rueda de prensa que en el caso del transporte ferroviario de mercancías podemos ahorrar en torno a un 10% de energía, y en el de pasajeros incluso hasta un 30%.
Los ministros también son conscientes de que el transporte ferroviario desempeña un papel clave en la Unión Europea, como confirmó la agresión rusa contra Ucrania, donde se utilizó el ferrocarril para transportar mercancías y personas que huían de la guerra.
A este respecto, el proyecto de revisión de la red RTE-T prevé entonces la eliminación de los enlaces situados en territorio de Rusia y Bielorrusia y, por el contrario, la inclusión de corredores de transporte en Ucrania y Moldavia, incluida la posibilidad de pasar a ancho estándar. Según el ministro Kupka, podemos inspirarnos en el ejemplo español, donde se pueden utilizar bogies variables para facilitar la transición entre distintos anchos de vía.
La sesión de la tarde se centró en las formas de mejorar la calidad y fiabilidad del transporte ferroviario, por ejemplo mediante la digitalización. Los ministros debatieron cómo eliminar obstáculos técnicos, mejorar la coordinación de los cierres, la fiabilidad del transporte y mejorar las conexiones. También debatieron sobre el llamado ticketing: cómo facilitar la compra de billetes internacionales. Hablaron de las posibilidades de cómo mejorar los horarios y fomentar el transporte de larga distancia y transfronterizo.
"También tenemos que completar muchos tramos transfronterizos, como Ámsterdam-Berlín, Lyon-Turín, Madrid-París, Berlín-Praga-Brno-Viena", prosigue el ministro checo de Transportes. Porque el ferrocarril es y tiene que seguir siendo un modo de transporte respetuoso con el medio ambiente y sostenible, añadió.