London North Eastern Railway (LNER) anima a la gente que planea viajes de ocio de última hora a hacer un viaje menos en coche este año, mostrando el "bien verde" colectivo que supondrá. Casi la mitad de los adultos británicos tiene previsto prolongar sus vacaciones en otoño, lo que repercutirá en el medio ambiente, ya que 6,1 millones de personas tienen previsto utilizar el coche para sus desplazamientos de ocio. LNER destaca que podrían ahorrarse un total de 186.200 tCO2e de emisiones de carbono si cada uno de ellos realizara un solo viaje en tren en lugar de en coche. El impacto de los viajes por vacaciones de otoño ha sido analizado por LNER en colaboración con expertos del Instituto de la Energía del University College de Londres (UCL).
LNER trata de demostrar a la gente el impacto de hacer al menos un viaje de ocio en tren en lugar de en coche. Las emisiones medias de carbono de los coches son tres veces superiores a las de los trenes, lo que significa que el poder colectivo de un pequeño cambio puede suponer un cambio monumental. Aunque algunos viajeros piensen que su único viaje no cambiará nada, el impacto colectivo de cambiar un solo trayecto sería enorme.
"Colectivamente podríamos ahorrar carbono suficiente para llenar 25 veces el estadio de Wembley, lo que supone una enorme cantidad de carbono que podríamos evitar que se emitiera a la atmósfera. Nuestra investigación también demostró que, colectivamente, los británicos podrían ahorrar el tiempo equivalente a más de ocho vidas humanas utilizando el tren cada año, lo que significa que nos estamos devolviendo a nosotros mismos, así como al medio ambiente, con este cambio", dijo David Horne, Director General de LNER.
La investigación muestra que el 70% de los adultos están al menos algo preocupados por el impacto ambiental de los viajes y a más de un tercio (34%) le gustaría reducir su huella de carbono, pero el 28% cree que cambiar sus hábitos de viaje no tendrá un impacto suficientemente grande en el medio ambiente. Casi dos tercios de los adultos (63%) creen que debería haber más asistencia para ayudar a la gente a entender y calcular su huella de carbono. Una calculadora de carbono introducida por LNER debería ayudar a la gente a descubrir la diferencia que puede suponer un viaje en tren. Por ejemplo, la calculadora muestra que un viaje de ida entre York y Londres produce sólo 12,34 KG de CO2 e en tren, mientras que un viaje en coche produciría la escandalosa cifra de 41,36 KG de CO2 e.
"Lo que nuestra investigación ha concluido es que los pequeños cambios realizados por un número suficiente de personas realmente marcan la diferencia. Un solo cambio de coche o autobús a tren por parte de todas las personas que realizan un viaje de ocio al año podría reducir las emisiones de carbono en más de un millón de toneladas de CO2, es decir, el 16,6% de las emisiones de los viajes de ocio, o casi el 1% de todas las emisiones de transporte del Reino Unido en 2019. Se trata de una contribución realmente importante a partir de un pequeño cambio en la vida cotidiana de las personas", añadió Paul Ekins, catedrático de Recursos y Política Medioambiental del Instituto de Recursos Sostenibles de la UCL.
