La iniciativa, anunciada sólo 45 días antes de su inauguración, tiene por objeto mejorar la eficiencia logística ofreciendo por primera vez un servicio intermodal directo entre la cuenca de Los Ángeles y Phoenix.
La terminal facilita el movimiento de contenedores de transporte marítimo internacional desde los puertos de Los Ángeles y Long Beach, así como desde la terminal intermodal International Container Transfer Facility (ICTF) de Union Pacific, y alivia la congestión de las autopistas de California y Arizona al disminuir la dependencia del transporte por camión. Según Union Pacific, optar por el transporte ferroviario en lugar del camión puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 75%.
Las operaciones diarias de la terminal incluyen servicios de acarreo prestados por Duncan & Son Lines, una empresa familiar de logística con sede en Buckeye (Arizona). A pesar de que la terminal ya está operativa, está previsto que las obras continúen a lo largo de 2024 para completar otros trabajos de infraestructura, como la señalización de las vías de acceso, la instalación de alumbrado, el endurecimiento de la superficie y la construcción de un edificio de oficinas.