Asia y Europa también representaron el 95% del volumen del mercado mundial en los últimos cinco años. A pesar de su omnipresencia común, ambos mercados evolucionan de forma muy diferente. Mientras que SCI Verkehr prevé un crecimiento anual moderado del 4% para el mercado europeo en los próximos cinco años, el mercado asiático descenderá tras los picos extremos de entregas chinas de los últimos años.
El mercado asiático
El mercado posventa, en particular, crecerá con fuerza en los próximos años debido a la flota cada vez mayor y al mismo tiempo envejecida. Esta es la conclusión del último estudio multicliente "High-Speed Rail Transport - Global Market Trends 2023", en el que SCI Verkehr analiza la evolución individual del transporte ferroviario de alta velocidad en las distintas regiones del mercado.
Desde 2003 se ha construido en China una enorme red ferroviaria de alta velocidad. La red nacional de alta velocidad superará los 40.000 km en 2021. Para 2035, el gobierno chino prevé disponer de una red de 70.000 km, que conectará las 300 ciudades de más de 500.000 habitantes. A medio plazo, sin embargo, el fuerte crecimiento del transporte en China se ralentizará a medida que el ritmo de expansión de la red disminuya, la población se reduzca ligeramente, la urbanización se estanque y las nuevas rutas conectadas no ofrezcan tanto potencial como las rutas iniciales. No obstante, SCI Verkehr sigue viendo potencial para seguir creciendo, aunque a un ritmo comparativamente más lento. Esto se debe al hecho de que se espera que la clase media china, que es el principal grupo de clientes de los vehículos pesados, especialmente en las rutas más largas, siga creciendo. Según el Banco Mundial, la clase media podría representar alrededor del 70% de la población china en 2030. Además, el gobierno chino está poniendo cada vez más énfasis en las preocupaciones medioambientales y podría regular el mercado nacional chino de la aviación. El aumento de los precios del combustible también podría impulsar aún más la demanda de servicios chinos de trenes de alta velocidad. Más allá de los mercados consolidados de China, Japón y Corea, entre los nuevos mercados que se incorporarán al sector de los trenes de alta velocidad a medio plazo figuran Indonesia, Tailandia y la India. A más largo plazo, otros como Vietnam podrían seguirles.
La situación europea
A diferencia de Asia, donde el panorama de operadores está dominado por los ferrocarriles estatales e impulsado por el desarrollo de infraestructuras, Europa es la primera región del mercado en la que está surgiendo una competencia directa entre operadores nuevos e históricos (normalmente un antiguo ferrocarril estatal) en el segmento de la alta velocidad. Los casos más notables de operadores privados de acceso abierto en el sector de la alta velocidad en Europa incluyen NTV (Italo) en Italia desde 2012 y, más recientemente, Iryo, que lanzó servicios de HSR en España a finales de 2022.
Además, cada vez más operadores históricos de Europa ofrecen rutas seleccionadas en competencia directa. Ante la creciente presión competitiva, los operadores históricos europeos están reduciendo la cooperación transfronteriza en sus servicios de trenes de alta velocidad y expandiéndose a otros países europeos a través de filiales. Trenitalia, que operará sus propios servicios entre Milán y París a partir de 2022, es un competidor directo de SNCF en el mercado nacional francés. SNCF participa en la liberalización del mercado español de trenes de alta velocidad y ofrecerá servicios en España bajo su concepto de bajo coste OuiGo a partir de 2021. Entre otros mercados nacionales, como entre Francia y Alemania, sigue prevaleciendo la cooperación binacional, mientras no se refuerce una mayor competencia mediante la regulación. Aunque todos los mercados de transporte de pasajeros de larga distancia, incluidos los mercados de trenes de alta velocidad en la UE, están abiertos a la competencia, siguen existiendo obstáculos a la competencia y la liberalización, como los elevados riesgos de contratación, las elevadas tarifas de acceso a las vías, los cuellos de botella en la capacidad de la red y los monopolios históricos existentes (por ejemplo, para la venta de billetes).
