El suceso provocó la activación de los niveles de alerta de detección de terremotos 1 a 3 en un tramo de 275,1 kilómetros de la vía férrea, desde la estación de Nangang hasta la de Tainan. En respuesta, la Taiwan High Speed Rail Corporation puso en marcha un Centro de Respuesta de Emergencia para supervisar la situación y envió inmediatamente personal de mantenimiento para realizar inspecciones exhaustivas de la infraestructura ferroviaria, incluidas las vías y los sistemas eléctricos.
Los procedimientos operativos estándar aplicados garantizaron una evaluación metódica de la seguridad e integridad de la vía férrea. Tras un examen minucioso y un aumento gradual de la velocidad de funcionamiento, se confirmó que la infraestructura no había sufrido daños a causa del terremoto, lo que permitió reanudar las operaciones normales en la tarde del mismo día. La corporación consiguió mantener su horario, con todos los trenes saliendo según lo previsto tras la inspección.
El seísmo llevó a la corporación a adoptar temporalmente un modo de funcionamiento reducido desde las 8.00 hasta las 13.00 horas, durante el cual se cancelaron 44 servicios ferroviarios para garantizar la seguridad de los pasajeros. Para mitigar el impacto en los viajeros, la empresa dispuso la circulación de 22 trenes adicionales desde la estación de Nangang y la de Zuoying, excluyendo el sexto vagón business que opera con trenes de asientos libres, para atender las necesidades de transporte de los pasajeros afectados.
Además, se hicieron esfuerzos para mantener informados a los pasajeros sobre los retrasos y los cambios operativos. El refuerzo de los anuncios en las estaciones y los trenes formó parte de la estrategia de la empresa para mantener una comunicación clara. También se desplegó personal adicional en varias estaciones para ayudar a los pasajeros durante la interrupción, proporcionándoles artículos de primera necesidad como pan y agua mineral.
El incidente subraya los retos a los que se enfrentan las operaciones ferroviarias durante las catástrofes naturales y la importancia de una respuesta rápida y una comunicación eficaz en la gestión de tales situaciones para minimizar las molestias a los pasajeros.
