El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció recientemente un revolucionario decreto para convertir unos 20.000 kilómetros de vías férreas mexicanas del servicio de mercancías al de pasajeros. La iniciativa, que pretende reducir la contaminación y revitalizar el descuidado sistema ferroviario, invita a los concesionarios a participar en la transformación modernizando y electrificando las líneas existentes.
El Presidente subrayó que las empresas concesionarias, entre las que se encuentran importantes actores como Kansas City Southern de México, Ferromex, Ferrosur y Ferrovalle, tienen hasta enero para expresar su compromiso con este programa transformador. Si se niegan, el Estado pondrá en marcha su servicio independiente de trenes de pasajeros en la misma red.
"En primer lugar, vamos a dar prioridad a quienes ya tienen concesiones para trenes de carga, para que nos presenten un proyecto en un plazo razonable y reconviertan las vías que se utilizan para los trenes de carga, por supuesto reparándolas, modernizándolas y electrificándolas, porque esto nos va a ayudar mucho a enfrentar el problema de la contaminación", dijo López Obrador.
Al tiempo que subrayó la prioridad legal de los trenes de pasajeros en los horarios, López Obrador destacó los beneficios económicos y la comodidad que ofrece este medio de transporte. La propuesta llega en vísperas del 150 aniversario del primer servicio de trenes de pasajeros en México, un hito simbólico que señala un renovado interés por el transporte ferroviario.
Sin embargo, no se mencionaron explícitamente los detalles de posibles subvenciones públicas para el servicio de pasajeros. La necesidad de electrificar los ferrocarriles se enfrenta a obstáculos logísticos debido al predominio del gasóleo en las operaciones de los trenes de mercancías.