Su presentación, que forma parte de la revisión de la Estrategia Nacional de Transporte de Mercancías y Cadena de Suministro, revela las consecuencias económicas de la escasa inversión en infraestructuras ferroviarias y su repercusión en el coste de la vida de los consumidores.
Datos recientes ponen de manifiesto los crecientes costes derivados de la falta de inversión en la red de transporte de mercancías por ferrocarril. Caroline Wilkie, consejera delegada de ARA, subrayó que, en un momento en que los hogares se enfrentan a presiones cada vez mayores sobre el coste de la vida, el precio que pagamos por la falta de inversión en el transporte de mercancías por ferrocarril es excesivamente alto. Los fenómenos meteorológicos extremos afectan a la red de transporte de mercancías, lo que exige una inversión urgente en proyectos de resiliencia para impulsar la eficiencia y mantener bajos los costes de la cadena de suministro, protegiendo así a los consumidores de la subida de precios.
La propuesta subraya la necesidad de prestar más atención a la resistencia y la descarbonización como parte de la estrategia nacional. El transporte ferroviario de mercancías es respetuoso con el medio ambiente, ya que genera 16 veces menos contaminación por carbono que el transporte por carretera.
Las investigaciones de ARA y FORG han puesto de manifiesto los importantes costes derivados de una inversión inadecuada en infraestructuras ferroviarias para el transporte de mercancías:
- En la región de Australia Meridional, las inundaciones del año anterior en la línea ferroviaria este-oeste costaron a la economía 320 millones de dólares, provocando una grave escasez de productos y estantes vacíos en las tiendas.
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Las inundaciones de Nueva Gales del Sur en marzo de 2022 provocaron 200 días de cortes de vía, que afectaron a 26 servicios de ida y vuelta cada semana y costaron 35 millones de dólares a la economía.
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Las inundaciones registradas en la región de Parkes entre octubre y diciembre de 2022 provocaron múltiples desbordamientos de vías, 90 días de cierres y 18 zonas que necesitaron reparaciones, por un total de 37 millones de dólares en pérdidas económicas.
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Un descarrilamiento de tren cerca de Inverleigh, en Victoria, en noviembre de 2022, provocó el cierre de la línea durante 7,5 días, cancelando 84 servicios y costando más de 16 millones de dólares a la economía.
Invertir en la red ferroviaria interestatal mejoraría la resistencia climática, reduciría las restricciones y aumentaría la capacidad para trenes más largos y pesados, reduciendo en última instancia los costes del transporte de mercancías y mejorando la seguridad vial.
El llamamiento del sector ferroviario para que se realicen inversiones urgentes tiene por objeto reforzar la resistencia de la red de transporte de mercancías por ferrocarril, garantizando una cadena de suministro más eficiente y rentable, al tiempo que se alivia la carga financiera que soportan los consumidores ante el aumento del coste de la vida.
