Porterbrook adquirió el emplazamiento en 2021 y tiene previsto convertirlo en un centro de innovación ferroviaria. Las recientes instalaciones forman parte de este programa. Porterbrook ha reconvertido unos cobertizos anteriormente en ruinas en el moderno AMF, ofreciendo a los clientes espacio para diversas actividades de mantenimiento y actualización. Entre ellas se incluyen trabajos de modificación y actualización y tareas integrales sobre el tren y debajo del bastidor, como inspecciones, pruebas, puesta en servicio y procesos de aceptación del cliente.
Dentro de las instalaciones hay tres líneas de ferrocarril con foso. Cada una de ellas puede albergar varias unidades de hasta seis vagones de longitud. Las ventajas adicionales para los clientes de AMF incluyen el acceso al bucle de pruebas y a la línea principal del emplazamiento, opciones de entrega por ferrocarril o carretera, medidas de seguridad las 24 horas del día, amplio espacio de almacenamiento y acceso a espacios de oficina.