En un paso significativo hacia la descarbonización del sector logístico, Maersk, en colaboración con Renfe y Cepsa, se embarcará en una prueba de biocombustibles de segunda generación en el sector ferroviario español. Este proyecto pionero pretende transformar el corredor Algeciras-Madrid en una ruta descarbonizada, proporcionando a los clientes opciones de transporte sostenibles.
El proyecto piloto, de tres meses de duración y que comenzará a principios de julio, utilizará gasóleo renovable en el tramo no electrificado entre Algeciras y Córdoba. El gasóleo renovable, suministrado por la empresa española Cepsa, se producirá a partir de aceites de cocina usados en su Parque Energético de La Rábida, en Huelva. Este combustible alternativo sustituirá al gasóleo convencional en las locomotoras de Renfe utilizadas por Maersk para el transporte de mercancías. De Córdoba a Madrid, la ruta continuará con trenes eléctricos alimentados por energías renovables.
"Los biocombustibles de segunda generación pueden utilizarse en locomotoras sin modificar el motor y ofrecen una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con los combustibles convencionales. En todo el ciclo de vida, desde la producción hasta el uso, estas emisiones pueden reducirse hasta un 90% en comparación con los combustibles tradicionales. Además, estos biocombustibles promueven la economía circular al utilizar para su producción residuos que de otra forma serían desechados o acabarían en vertederos", explicó Carlos Giner, Director Comercial de Comercial & Energías Limpias de Cepsa.
Mediante la aplicación de combustibles renovables, el proyecto pretende recorrer cerca de 40.000 kilómetros y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en más de 600 toneladas. Los datos técnicos, medioambientales y económicos recogidos durante la prueba piloto serán fundamentales para analizar la viabilidad de los combustibles con bajas emisiones de GEI como sustituto del gasóleo convencional en el transporte ferroviario en líneas no electrificadas. El objetivo final es ofrecer soluciones sostenibles a los clientes de Maersk y contribuir a un futuro más ecológico para la industria.
"A medida que avanza el proceso de electrificación de la red ferroviaria, es clave para Renfe Mercancías explorar posibles alternativas al uso de combustibles fósiles en los trenes que circulan por las líneas no electrificadas, que actualmente representan aproximadamente el 35% de los ferrocarriles españoles. De esta forma, no sólo contribuiremos al objetivo global de reducción de emisiones en el sector del transporte, sino que también daremos una segunda vida a nuestras locomotoras diesel, gracias al desarrollo de nuevos combustibles verdes", ha declarado Joaquín del Moral Director General de Renfe Mercancías.
