RAlpin, la autopista rodante entre Friburgo (Alemania) y Novara (Italia) ha vuelto a los niveles anteriores a la pandemia desde el cuarto trimestre de 2022.
En el primer trimestre de 2022, el operador de autopistas ferroviarias tuvo que hacer frente a dificultades debido a un decreto restrictivo del gobierno italiano. El decreto prohibía el transporte ferroviario de camiones cuyos conductores no estuvieran completamente vacunados contra el COVID-19. Esto provocó una pérdida prevista de 5.600 envíos. No obstante, a pesar de este contratiempo, RAlpin facilitó el paso de casi 72.000 camiones (frente a los 69.000 del año anterior) a través de Suiza por ferrocarril en lugar de por carretera, lo que supuso un ahorro de 24.660 toneladas de emisiones de CO2.
La demanda positiva de servicios de autopista rodante ha continuado en los primeros meses de 2023. La empresa afirma que el objetivo, fijado en colaboración con el gobierno federal de transportar unos 80.000 camiones anuales por la autopista rodante, sigue siendo alcanzable.
Con este resurgimiento, la atención se centra ahora en asegurar el futuro, garantizando que se den las condiciones necesarias a finales de 2028 para evitar un cambio inverso hacia el tráfico por carretera.
RAlpin ha propuesto al gobierno federal que el servicio finalice a finales de 2028. Para entonces, se habrán creado las condiciones necesarias para que una parte significativa de los camiones que actualmente se transportan en tren pueda pasar al transporte combinado no acompañado (TUC). Sin embargo, debido a consideraciones fiscales, el Consejo Federal concluyó en septiembre de 2022 prorrogar la autopista rodante únicamente hasta finales de 2026.
Como resultado, RAlpin prevé que habrá un déficit de capacidad de 180.000 envíos en la región al oeste de Milán entre 2026 y 2027. Esta es la razón por la que RAlpin está presionando para que se mantenga este servicio hasta 2028, cuando las nuevas infraestructuras y activos permitirán la transición a UCT.
