Según la resolución del Consejo de Supervisión, los ingresos procedentes de la venta de DB Schenker permanecerían íntegramente en el Grupo DB y se destinarían, por ejemplo, a reducir considerablemente la deuda de la empresa.
La venta de DB Schenker afinaría aún más el enfoque del Grupo DB en su estrategia Strong Rail y en el negocio principal de DB. El objetivo de la estrategia del Grupo, que se puso en marcha en 2019, es cambiar el tráfico al ferrocarril respetuoso con el medio ambiente, tanto en el transporte de pasajeros como de mercancías, y ampliar la infraestructura ferroviaria en Alemania.
Esta intención DB explica que DB Schenker ha contribuido de forma significativa al crecimiento económico del Grupo DB durante muchos años. A medio plazo, sin embargo, DB Schenker necesitará mayores recursos financieros y más independencia para realizar adquisiciones internacionales con vistas a conservar y mejorar su posición de mercado en un sector logístico cada vez más competitivo y su valor empresarial en el futuro. Por esta razón, una venta podría abrir nuevas oportunidades para DB Schenker en términos de crecimiento y desarrollo.
A la luz de los retos económicos a los que se enfrenta todo el mundo y la incertidumbre actual en los mercados de capitales, DB no quiere precipitar una posible venta de DB Schenker. La fecha de inicio de un proceso específico de desinversión depende de la situación general y aún no se ha decidido. Una venta sólo tendrá lugar si supone una ventaja financiera para el Grupo DB en comparación con el mantenimiento de DB Schenker en el Grupo.
En el primer semestre de 2022, DB Schenker generó 1.200 millones de euros de beneficio operativo, el mejor EBIT a mitad de año en los 150 años de historia de la empresa.
Con unos 76.100 empleados en más de 1.850 emplazamientos en más de 130 países, DB Schenker es uno de los principales proveedores logísticos del mundo. La empresa opera los servicios de transporte terrestre, aéreo y marítimo.
