Si se mantuviera el nivel actual de inversión anual, harían falta casi 50 años para realizar los proyectos prioritarios del Plan Federal de Infraestructuras de Transporte, declara Pro-Rail Alliance:
"El resultado de nuestros cálculos es asombroso. Si continúa la infrafinanciación, las últimas líneas ferroviarias priorizadas por el Gobierno federal no estarían listas hasta 2071 y no hasta 2030, como estaba previsto", afirma Dirk Flege, Director General de Pro-Rail Alliance.
Los cálculos de la Alianza Pro Ferrocarril muestran que, en teoría, el Gobierno federal tendría que multiplicar por seis sus inversiones anuales en ferrocarril para alcanzar en 2030 las medidas ferroviarias clasificadas como "necesidades prioritarias" en el Plan Federal de Infraestructuras de Transporte. En consecuencia, habría que invertir cada año 12.200 millones de euros en la infraestructura ferroviaria si se quiere alcanzar el año objetivo de 2030. Esto ni siquiera tiene en cuenta los enormes aumentos de los costes de construcción en el último año.
Para conseguir rápidamente éxitos notables para los clientes del ferrocarril en la ampliación de la red ferroviaria, la Alianza Pro-Ferrocarril viene reclamando que se dupliquen los fondos para medidas de ampliación y nueva construcción, de los 2.000 millones de euros anteriores a 4.000 millones de euros anuales.
Con el telón de fondo de numerosos proyectos de carreteras troncales que tampoco reciben financiación, el Director General Dirk Flege pide que se dé clara prioridad a la expansión del ferrocarril. "Es hora de empezar de nuevo. El presupuesto para la nueva construcción y ampliación de la infraestructura ferroviaria debe incrementarse ahora masivamente. Que el Gobierno federal deba entonces seguir gastando dinero en nuevas autopistas es muy cuestionable, no sólo desde el punto de vista de la política climática y energética, sino también, cada vez más, desde el punto de vista de la política presupuestaria. Una medida inteligente sería aplicar rápidamente el anuncio del acuerdo de coalición de que los ingresos procedentes del peaje para vehículos pesados se utilizarían en el futuro de nuevo para la expansión de alternativas al transporte por carretera. De este modo se dispondría de fondos adicionales para la movilidad respetuosa con el medio ambiente. Por último, el acuerdo de coalición afirma que el gobierno federal quiere invertir bastante más dinero en el ferrocarril que en la carretera".
Según el Ministerio Federal de Transportes, el Plan Federal de Infraestructuras de Transporte es el instrumento más importante de la planificación federal de infraestructuras de transporte. Incluye inversiones en las redes existentes de carreteras, ferrocarriles y vías navegables, así como la ampliación y nueva construcción de infraestructuras. Para los ferrocarriles, el objetivo declarado es crear capacidades significativamente mayores en el transporte de pasajeros y mercancías con las inversiones previstas para 2030.
