Tras el éxito de la prueba realizada recientemente en la estación de Lanark, donde se añadieron agujeros para erizos a una valla fronteriza, la renovación del vallado de Muirend ha sido la primera vez que este enfoque se ha implantado como norma a gran escala.
Sam McIlvaney, director de proyectos de Network Rail, afirma: "Nos hemos comprometido a minimizar nuestro impacto ecológico y medioambiental, y algo tan sencillo como añadir agujeros a las vallas contribuirá positivamente a proteger a estas pequeñas criaturas para que las amen las generaciones futuras".
Se han hecho agujeros del tamaño de un erizo a intervalos regulares a lo largo de la parte inferior de la nueva valla de madera para crear "autopistas de erizos" que permitan a los animales desplazarse con seguridad entre sus hábitats de alimentación y sus nidos.
La empresa espera que, con el tiempo, esto ayude a invertir el actual declive del número de erizos, de modo que vuelvan a ser habituales en jardines y otros espacios verdes urbanos y beneficien al medio ambiente en general.