Con esta actuación, que supone una inversión de casi 2,8 millones de euros, se pretende evitar episodios como el ocurrido el pasado 27 de marzo, cuando se desplazó el suelo junto al andén, lo que provocó la interrupción del tráfico ferroviario por motivos de seguridad durante 24 horas.
Este episodio se debió a los continuos temporales que han erosionado progresivamente el terreno de la playa y la propia protección del espigón. Este espigón ha ido desapareciendo con la consiguiente erosión de la plataforma hasta llegar al límite de la vía, como ocurrió el 13 de marzo cuando las olas alcanzaron su altura más significativa (3,8 m).
En ese momento, los técnicos de Adif intervinieron con la máxima agilidad para llevar a cabo una actuación provisional protegiendo la infraestructura con una escollera.
Tras esta primera intervención, Adif ha realizado una campaña técnica para inspeccionar las condiciones de la dinámica litoral en la playa y ha diseñado un proyecto para llevar a cabo una actuación más amplia y definitiva, similar a la realizada entre Mataró y Cabrera de Mar. Este tramo, situado en la misma línea, no se ha visto afectado desde la finalización de la nueva línea del espigón de protección.
Esta actuación garantizará en todo momento la estabilidad estructural del terreno y del terraplén y aumentará la protección de la plataforma de la vía, sin ningún riesgo para la seguridad de la explotación ferroviaria en un tramo especialmente sensible, dado que la línea discurre paralela al límite costero.
Las obras se están llevando a cabo en un tramo de aproximadamente 320 m, en el que la vía se situará a una distancia de entre 17 m y 20 m del borde del talud del rompeolas. En los primeros 160 m, se han iniciado los trabajos de construcción de un nuevo dique de protección del rompeolas. En este tramo, se han proyectado dos capas de piedra con un peso de 4 a 5,5 T, apoyadas sobre dos capas de piedra más pequeña (0,2 a 0,25 T) con función filtrante, formando un único núcleo que descansa a su vez sobre el lecho marino.
Mientras, en los otros 160 m, se reforzará el pie del dique de protección existente, que se vio afectado por el temporal, mediante la colocación de una escollera de características similares a la anterior para evitar posibles desgastes en futuros episodios de temporal.
Además, durante la ejecución de las obras se realizará un seguimiento de la plataforma ferroviaria para controlar en todo momento sus condiciones de estabilidad.
Estas obras, con un plazo de ejecución estimado de seis meses, se están realizando sin afectar al tráfico ferroviario en una línea con un elevado volumen de tráfico.
