El tren especial turístico Renfe, que comenzó a operar en julio de 1983, se ha consolidado a lo largo de los años como una opción destacada en el turismo ferroviario de lujo a nivel mundial. Este servicio ofrece rutas entre San Sebastián y Santiago de Compostela, con viajes de 8 días y otros más cortos de 4 días, con varios puntos de partida y llegada, entre ellos Oviedo y Gijón.
El Transcantábrico Gran Lujo incluye siete coches cama, cuatro coches salón y un coche cocina, con capacidad para 28 pasajeros en 14 suites dobles, que también pueden convertirse en suites triples. Los alojamientos a bordo están diseñados para el confort y el lujo, ofreciendo Suites de Gran Lujo con dormitorio, sala de estar y comodidades completas, incluyendo acceso a Internet y minibar.
Las opciones gastronómicas del tren incluyen comidas preparadas a bordo y en restaurantes seleccionados a lo largo de la ruta, junto con visitas guiadas, entradas a lugares de interés cultural e histórico, entretenimiento a bordo y un guía multilingüe durante todo el viaje. Las instalaciones del tren cuentan con vagones restaurante, pub y bar, que ofrecen una gran variedad de entornos sociales y gastronómicos.
La historia del Transcantábrico se remonta a sus inicios como el primer tren turístico de España y el primero del mundo sobre raíles de ancho métrico, inspirado en los trenes de la Belle époque. Inicialmente gestionado por Feve y posteriormente integrado en Renfe en 2013, el desarrollo del tren supuso la restauración de coches históricos y la incorporación de modernas comodidades para satisfacer las expectativas de los viajeros. A lo largo de los años, el servicio evolucionó, incluyendo una importante actualización en 1999 y la introducción de un segundo tren en 2000 para dar cabida a la creciente demanda. En las temporadas 2020 y 2021 se produjo una interrupción temporal de las operaciones debido a la pandemia de COVID-19, centrándose posteriormente en el servicio Transcantábrico Gran Lujo.