En el marco de un proyecto conjunto entre ČD y la Policía de la República Checa, los agentes de policía podrán viajar ahora de forma más económica en los trenes de la compañía nacional. Los empleados de la Policía checa de servicio estarán así preparados para ayudar al personal de los trenes a hacer frente a cualquier incidente cuando viajen en los trenes de ČD. El acuerdo recíproco entre ČD y la Policía checa está en vigor desde marzo y en los diez primeros días ya se han beneficiado de la oferta unos doscientos policías.
Los agentes de policía tienen la oportunidad de comprar una tarjeta de descuento de varios valores a mitad de precio en la aplicación móvil. A continuación, el revisor comprobará si se trata de un agente de policía.
La cooperación contribuirá a aumentar la seguridad tanto de los pasajeros como de los empleados de ČD. "Si se produce un incidente de seguridad durante el viaje, nuestro personal ferroviario puede pedir ayuda al agente de policía presente. Un ejemplo de tal situación es un conflicto con un pasajero sin un documento de viaje válido. La intervención de un agente de policía ayudará, gracias a sus competencias, a agilizar la resolución de tales situaciones, lo que también puede repercutir en los retrasos de los trenes, ya que no es necesario esperar a la llegada de los agentes de policía a la estación adecuada más cercana", afirma Michal Krapinec, Presidente del Consejo de Administración y Consejero Delegado de ČD.
"Me complace que gracias a nuestra cooperación con el ČD hayamos podido ofrecer otra de las muchas e importantes prestaciones a los policías y funcionarios. En relación con este beneficio, recordamos una vez más a nuestros agentes las disposiciones de la Ley de Policía de la República Checa, que estipula la obligación de actuar cuando el orden público o la seguridad se vean amenazados, incluso fuera de servicio", declaró el Presidente de la Policía, Martin Vondrášek.
Junto con la policía, la compañía nacional también se ocupa intensamente de la situación de los grafitis. Los trenes pintados con spray son un problema sobre todo en las grandes aglomeraciones, como Praga o Brno. El año pasado se registraron 400 casos de pintadas y los daños causados por los grafiteros superaron los 5 millones de coronas checas.
