Tras las recientes interrupciones del transporte marítimo, el transporte ferroviario de China a Europa está experimentando una importante reactivación. La duración media del trayecto de China a la UE, considerablemente más corta (8,9 días frente a los 45 días del transporte marítimo), se ha convertido en un factor crucial de este cambio. El cambio es especialmente pronunciado tras los ataques a buques en el Mar Rojo.
Symlog, empresa especializada en estos transportes, informa de un fuerte aumento de los pedidos de transporte ferroviario procedentes de China. A pesar de la escasez ocasional de contenedores, la situación sigue siendo manejable y crece el interés por el ferrocarril como solución a largo plazo para los clientes europeos que tradicionalmente han confiado en las rutas mediterráneas. La italiana Codognotto ha respondido a esta demanda lanzando un servicio desde tres ciudades chinas a Milán, con tres salidas semanales. Jakub Lewczuk, responsable de transporte ferroviario de mercancías para las regiones de la UE y China en AsstrA-Associated Traffic, observa un aumento de las consultas procedentes de países como Turquía, que normalmente no se benefician del transporte ferroviario de mercancías desde China.
A pesar de las tensiones geopolíticas que afectan a las rutas marítimas, los operadores ferroviarios de la ruta China-Europa, incluidos los ferrocarriles bielorrusos, kazajos y rusos, han mantenido los precios estables. Según el Euroasian Rail Alliance Index (ERAI), el coste de un contenedor de 40 pies es de 3057 dólares, con un reciente aumento marginal del 0,07%.
Aunque el ferrocarril ofrece una alternativa más rápida, algunos clientes siguen siendo cautelosos debido a los plazos de entrega impredecibles y a las dificultades para hacer un seguimiento de los envíos. Esto es especialmente evidente en zonas congestionadas como Małaszewicze (Polonia), donde la llegada de los trenes puede variar considerablemente.
