Esta financiación sigue a la aportación el año pasado de 150 millones de euros en concepto de financiación de liquidez de emergencia, que fue crucial para mantener operativos los trenes ucranianos durante un periodo difícil.
Tras la invasión rusa de Ucrania en febrero del año pasado, la actual incertidumbre en torno a las rutas marítimas tradicionales de importación y exportación, incluidos los envíos de cereales esenciales para la seguridad alimentaria mundial, ha acelerado la necesidad de mejoras significativas en las conexiones ferroviarias, por carretera y fluviales con otras naciones.
El préstamo del BERD se divide en 100 millones de euros para financiación de emergencia y 100 millones de euros para apoyo al capital circulante. La financiación tiene por objeto facilitar la ampliación de la capacidad transfronteriza y mejorar la conectividad ferroviaria con la Unión Europea. Estos avances permitirán a UZ seguir prestando servicios, rehabilitar corredores ferroviarios críticos a lo largo de la frontera con la UE e invertir en material rodante.
Para garantizar el éxito de este empeño, el BERD ha adoptado un planteamiento de riesgo compartido para sus inversiones en Ucrania, colaborando con donantes y accionistas. El préstamo estará respaldado por garantías: EE.UU. aportará 60 millones de euros y los Países Bajos, 40 millones. La anterior ayuda financiera del BERD a UZ estaba respaldada por garantías de Francia y la Unión Europea a través de su Fondo Europeo de Desarrollo Sostenible.