La ruta inaugural conecta Campeche con Cancún, marcando el inicio de una nueva red de transporte en el sureste de México.
Con una longitud de 1.525 kilómetros, el Tren Maya unirá las principales ciudades y destinos turísticos de cinco estados: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
El tren ofrece acceso a yacimientos arqueológicos notables, como Palenque, Chichén Itzá y Tulum, así como a otros lugares menos conocidos, lo que podría impulsar el turismo y las oportunidades económicas para las comunidades locales.
El proyecto se ha enfrentado a importantes retos logísticos, que han implicado extensas obras de construcción, llevadas a cabo por empresas como Alstom México. En colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el proyecto también ha incluido labores de rescate arqueológico para salvaguardar el patrimonio cultural en las zonas de construcción.
La venta de billetes para el Tren Maya ha suscitado un gran interés entre el público, con ventas iniciales realizadas a través de plataformas externas. Se está planificando un sistema de venta de billetes específico para el Tren Maya con el fin de agilizar el acceso de los pasajeros.
Para el proyecto, Alstom está construyendo 42 trenes Xiinbal (familia X'trapolis). Estas composiciones de 4 coches se fabrican en la planta de Alstom de Ciudad Sahagún. Están diseñadas para una velocidad máxima de 160 km/h y cada tren podrá acomodar a 300 pasajeros.